Modelo económico es obstáculo absoluto a la solución de las demandas obreras y populares

NACIONAL
Modelo económico es obstáculo absoluto a la solución de las demandas obreras y populares
A pesar de los compromisos asumidos por el presidente Castillo ante el empresariado nacional, los inversionistas extranjeros y la banca mundial por la continuidad del modelo económico, su gobierno atravesaba problemas de gobernabilidad no solo por los ataques de la ultraderecha, sino también por contradicciones internas que han tenido como salida el cambio de gabinete, pero conservando el mismo rumbo de conservación del modelo económico.

Pedro Castillo recibió en la campaña electoral duros ataques de las fuerzas patronales por considerarlo una amenaza al modelo económico neoliberal y el orden constitucional fujimorista. Pero lo ataques fueron más lejos todavía, pues lo estigmatizaron como la opción del terrorismo senderista, estigmatizando de pasada las ideas comunistas y socialistas en general, aun cuando no tengan que ver con el terrorismo; lo cual es un atropello a las libertades democráticas elementales como la libertad de pensamiento que es el derecho de todo individuo a no ser perseguido, sancionado o molestado por sus pensamientos, opiniones o creencias.

Es sabido que el fujimorismo y los sectores ultraderechistas del Congreso nunca aceptarán los resultados del 11 de junio; incluso han impuesto arbitrariamente una comisión investigadora del proceso electoral con la que pretenden “oficializar” una absurda versión de fraude del que no pudieron mostrar una sola prueba.

Lo que predomina, sin embargo, son los sectores patronales que respaldaron la investidura del gabinete en aras de la aplicación del modelo económico, y este respaldo ha mostrado un límite en el tema de Vladimir Cerrón y el “ala dura” de Perú Libre de los ministros cuestionados, especialmente el ex ministro Maraví cuestionado por tener un pasado vinculado a Sendero Luminoso, o a organizaciones proscritas por tener vínculos con este, como el Movadef y el Conare, a pesar de que este último tenía un carácter sindical. Por eso cerraron filas contra el gobierno presionando con la censura.

El cambio de gabinete, ahora presidido por la ex presidente del Congreso Mirtha Vásquez, ha sido la respuesta de Castillo a fin de conservar ese respaldo a su gobernabilidad.

Un obstáculo absoluto a la solución de las demandas sociales
Pero algo que coloca al gobierno definitivamente rumbo al desgaste es el haberse sometido, con el anterior y el actual gabinete, a la continuidad del modelo económico de las grandes corporaciones y dejar de lado las medidas anunciadas en la campaña como las nacionalizaciones, el aumento significativo de la tributación de las grandes empresas y hasta la constituyente, pues en esas condiciones no será posible cumplir con el cambio ofrecido en campaña y de brindar las soluciones que demandan los sectores populares.

Por ejemplo, cómo podrían fortalecerse el sistema sanitario frente a una tercera ola de la pandemia si se mantiene el mismo presupuesto austero de las últimas décadas, que se agota con subsidios insignificantes y no permite cambiar la ruinosa situación de hospitales ni implementar el nivel primario de salud a nivel nacional.

Por otro lado, la recuperación del gas y la “soberanía” sobre los recursos naturales dependerán de la negociación “en buenos términos” con el consorcio Camisea; quedó claro que nacionalizar Camisea no está en la agenda del gobierno. La llamada segunda reforma agraria quedará también supeditada a los escasos recursos públicos, y la restitución de derechos y derogación de los decretos antilaborales, dependerá del acuerdo que se logre con los empresarios, que son la prioridad del modelo económico.

Los problemas nacionales no han desaparecido y exigen solución urgente
En la actualidad, mientras la economía se recupera para algunos pocos, millones de trabajadores todavía no pueden recuperar a sus trabajos o sobreviven en condiciones de indigencia en la informalidad y el subempleo, con salarios por debajo del nivel de subsistencia, a lo que se suma la exorbitante alza de los precios de productos de primera necesidad.

El movimiento sindical sigue lidiando con patronales prepotentes que sabotean la negociación colectiva, y las empresas más grandes imponen pliegos multianuales en tiempos de alta inflación de los productos de primera necesidad.

Las banderas de lucha de los sindicatos del sector público y los CAS, también se ven postergados por las restricciones que el propio gobierno ha ratificado en el proyecto de ley de presupuesto.

En este contexto las organizaciones obreras y populares enfrentan la necesidad, ineludible y urgente, de organizar y centralizar sus demandas en una lucha independiente, y también la de forjar una verdadera alternativa de poder frente a las pretensiones reaccionarias del fujimorismo y la ultraderecha, y por un plan alternativo obrero y popular frente al modelo económico de las grandes corporaciones.

De la suspensión perfecta al nuevo (y peor) régimen laboral

Por Manuel Fernandes, dirigente obrero

En primera instancia, el Estado de Emergencia Sanitaria fue decretado desde el 11 de marzo hasta el 8 de junio 2020, entiéndase como el marco de las demás normas restrictivas y excepcionales adoptadas por el gobierno ante el brote del covid -19. Una de ellas fue la cuarentena y el aislamiento social obligatorio que impedía el funcionamiento de la industria y comercio y demás actividades económicas que no estuvieran relacionadas a los servicios y bienes esenciales.

Por esa razón Vizcarra, a través del D.U. 038-2020 facultó el uso de la letal Suspensión Perfecta de Labores (SPL) como salida patronal ante las medidas restrictivas hasta entonces de aplicación obligatoria para las empresas.

Como era de esperar, desde su publicación (15 de abril) más de 28 mil empresas sin importar su tamaño, se acogieron a este procedimiento que aproximadamente deja a 250 mil trabajadores sin percibir salario.

Al mismo tiempo, el gobierno dispuso implementar de forma gradual la reactivación económica de las actividades en 4 fases. En mayo inició la fase 1 y en junio la fase 2 que permite que el 80% de los sectores productivos suspendidos vuelvan a sus operaciones.

Claramente hemos denunciado el rol genocida de este gobierno que ha demostrado defender las ganancias empresariales antes que la vida de los trabajadores y el pueblo.
Por lo que demandamos una cuarentena con salarios, alimentos y medicina para todos, nada que ver con el desastre que implementó Vizcarra dejando a los trabajadores y el pueblo pobre expuestos al contagio masivo y a la muerte.

Sin embargo, el reinicio de actividades ya es un hecho, y trae nuevamente los cuestionamientos a las normas dictadas por este gobierno, como la SPL presentada como necesaria “para mitigar los efectos económicos causados a los trabajadores y empleadores ante el covid-19” por las restricciones del Estado de Emergencia.

Por un lado, las restricciones que impedían el funcionamiento de las empresas ya no existen, pues con la fase 2 casi todos los sectores productivos del país vuelven a operar, vasta presentar al MINSA su plan para la vigilancia, prevención y control de covid-19 en el trabajo, y la autorización se aprueba automáticamente.

Entonces, ¿por qué se sigue permitiendo utilizar esta medida presentada para otra situación? Peor aún ¿por qué se ata su vigencia a la declaratoria de Estado de Emergencia Sanitaria, ampliado últimamente hasta el 9 de setiembre? Sin lugar a duda, el objetivo de esta medida se encuentra más allá de la emergencia.

Un nuevo régimen más explotador

Esto se combina con otra realidad. El reinicio de actividades productivas se viene haciendo de forma gradual y la convocatoria de trabajadores se viene haciendo a gusto de los cálculos del mercado de las empresas, que, como ya sabemos, se encuentra mal.

Así, fabricas como PIONER, convocan trabajadores y vuelven a enviarlos a SPL a voluntad, canjeando las consecuencias de la crisis económica con el puesto de trabajo de millones de trabajadores que se encuentran lidiando entre morir de hambre o morir por las consecuencias del covid-19.

Más plusvalía

Además de todo esto, la reincorporación de trabajadores a la producción trae los cambios que faculta las normas, cambio de horario y pago de horas dejadas de laborar por la cuarentena, es decir un régimen de 12 horas diarias como ensayo de un nuevo régimen que permita realizar la misma producción pero con menos trabajadores, recortando gastos logísticos, de movilidad y otros, como viene sucediendo ante el reinicio de actividades en Celima y en las fábricas textiles.

Si a esto agregamos que la mayoría de industrias de alimentos (como Alicorp, Molitalia y Cogorno), ya utilizan jornadas de 12 horas para reducir la rotación y movilidad de los trabajadores durante la emergencia, solo puede significar que los trabajadores excedentes, producto de esta nueva realidad, serán sometidos a nuevos procesos de suspensión perfecta y ceses colectivos.

En la Corporación Miyasato, líder en el mercado del vidrio, ya se dio el primer paso aplicando el Cese Colectivo, a pesar de haber recibido 10 millones de soles del plan Reactiva Perú, que se supone seria para “no romper la cadena de pagos”, que incluye el de sus trabajadores.

Más despidos y ataques antisindicales

Al mismo tiempo, durante la cuarentena las empresas han desatado una feroz ofensiva antisindical. En Arca Continental (Coca-Cola) se ha producido el despido de dos dirigentes del SINATREL bajo el pretexto de no laborar en estado de emergencia. En SAGA FALABELLA han despedido a 22 trabajadores por exigir medidas de seguridad. En MOLITALIA aplicaron sanciones abusivas contra trabajadores que exigían pruebas de descarte del covid-19. En TOPY TOP se denuncia decenas de despidos so pretexto de la falta de trabajo, mientras que a los demás trabajadores se les obliga a realizar horas extras. Las obreras de limpieza pública organizadas en el SITOBUR, enfrentan la amenaza de despidos masivos. De este modo lo que se busca es debilitar las organizaciones sindicales, que son nuestros instrumentos de defensa.

Así, ante la pérdida de ganancias y utilidades de las empresas producto de la emergencia, Vizcarra alcanzó en bandeja de plata el D.U. 038-2020 sobre SPL, que es convertido en arma para recuperar ganancias estableciendo un nuevo régimen laboral más explotador.

Fuente: Telesur – Protestas

La clase trabajadora responderá si o si

Entendemos la necesidad de responder a estos nuevos ataques. Ya se sienten los primeros estruendos en las calles. Los trabajadores estibadores del puerto del Callao se atrincheraron en las entradas del Puerto paralizando 5 días las operaciones, obligando a los empleadores a respetar las normas de seguridad y salud. Las compañeras del SITOBUR batallan todos los días en las calles exigiendo protección a su salud y respeto a su trabajo. Y las innumerables denuncias por redes sociales revelan la necesidad de lucha que sienten muchas organizaciones sindicales.

Con estos ejemplos nos organizamos para salir el 23 de junio ante la convocatoria de la CGTP. La vanguardia obrera debe garantizar la presencia de las bases combativa con vistas a poner en marcha un verdadero plan de lucha que nos lleve a conquistar nuestras demandas fundamentales.

Nueva dirección
Hay que poner en pie una nueva dirección política con un programa obrero y popular orientado a salvar vidas y defender el empleo a costa de las ganancias empresariales.
En ese camino, compañero, compañera, te invito a construir nuestro partido el PST, junto a luchadores reconocidos de la clase obrera, con el único objetivo de luchar para defender nuestros intereses como trabajadores.

Suspensión de salarios perfecta para la Confiep

Por Manuel Fernandes

Dirigente obrero

A casi menos de un mes de publicado el DS 011-2020 TR sobre Suspensión Perfecta de Labores, ya se registran 20 mil solicitudes que deja a más de 200 mil trabajadores sin salario durante los próximos 90 días. Y esto recién empieza.

La letalidad de esta norma fue reglamentada por Vizcarra para su aplicación en este estado de emergencia, y supera de lejos lo establecido por el dictador Fujimori en el DS.003-97 TR sobre SPL publicado en 1997.

La norma reduce la figura de afectación económica de una empresa, a la disminución de ingresos por ventas obtenidas en marzo y abril, ambos meses con cuarentena obligatoria. Un procedimiento infalible para cualquier empresa que podrá mostrar que en abril no tuvo ingresos por ventas y con ello perjudicar al trabajador. Un procedimiento que deja de lado los ejercicios contables de trimestres pasados y años anteriores junto con el incremento patrimonial, que demuestran la real capacidad económica de cualquier empresa.

Así, sin importar que sean empresas Top en su rubro como Cine Planet, Casa Andina, Cerámica Lima, Trébol, Indeco, Graña y Montero y hasta de la gran minería, son favorecidas por la norma, pese a que fue presentada como medida excepcional luego de agotar la negociación de otras opciones con los trabajadores.

Sin embargo, como todo está suscrito dentro de las facilidades que la norma otorga a las empresas que se declaran afectadas económicamente, la negociación solo sirve para entregar derechos, como recortar los salarios y beneficios laborales, como se viene imponiendo en tiendas Ripley y Cerámica San Lorenzo, y que incluso amenazan con ser permanentes.

Y mientras la ministra de Trabajo públicamente alienta expectativas en la fiscalización posterior de la SUNAFIL, el propio director de los inspectores señaló que 700 inspectores que laboran de forma remota, no podrán revisar 20 mil solicitudes en medio de tantas denuncias laborales que viene ocurriendo en la emergencia. Y que para remate cuenta con el silencio admirativo positivo ante la demora del pronunciamiento de la autoridad dentro de los 30 días calendarios.

Vizcarra, que gobierna como un patrón más en la fábrica, acabó por empoderar a los empresarios con herramientas útiles para atacar los llamados “costos laborales”, esto es: despedir al personal “excedente”.

Muchos de estos problemas ya se vienen denunciando dentro del movimiento obrero. Sin embargo, el mayor reto que tenemos es comprender que este problema recién empieza y no acabara con la cuarentena, o la falsa película que proyecta el gobierno y que muchos dirigentes han creído, que regresaremos a la normalidad en un par de meses.

La misma norma aclara que de ser necesario se ampliaría el estado de emergencia sanitaria y con ello las posibilidades de seguir ampliando la medida de suspensión perfecta. Y no nos olvidemos que por las mismas causales se podrá aplicar el Cese Colectivo, el cual ya se venía utilizando y que ahora pueden hacer masivo.

Vizcarra, que gobierna como un patrón más en la fábrica, acabó por empoderar a los empresarios con herramientas útiles para atacar los llamados “costos laborales”, esto es: despedir al personal “excedente”, a los que conquistamos derechos, a los que tienen enfermedades crónicas y, por esa vía, acabar con los sindicatos para luego iniciar una nueva etapa de crecimiento sobre la base de una mayor explotación de los trabajadores, sin convenios y sin sindicatos.

Organicemos la respuesta
Antes de la pandemia, formamos parte de la heroica lucha de los trabajadores de Cogorno, Hialpesa, BSH y otros sindicatos que enfrentaron los ceses colectivos con plantones y huelgas, y la solidaridad de bases y activistas obreros que permitió, aunque con demora, algunos triunfos y la continuidad de su lucha.

La tarea sigue siendo la misma: necesitamos organizar la respuesta de los trabajadores ante tremendo ataque de Vizcarra y la CONFIEP. Pero no servirá de mucho si lo hacemos de forma aislada. Hoy que el ataque se ha generalizado y esto debe permitirnos unificar las acciones de lucha.

Se trata de organizar la respuesta de los trabajadores para que no seamos nosotros quienes paguemos las consecuencias de la crisis. Defender nuestra vida y la de los nuestros, también significa defender nuestro sustento económico que es la fuente de trabajo.

Se trata de derrotar una norma que protege a las empresas encubriendo su real capacidad económica. Si, en últimas, verdaderamente muestran pérdidas, pediremos que nos entreguen la administración de la empresa para mostrarles que podemos garantizar más empleo y mayor salario para todos.

Para ello necesitamos que la vanguardia obrera ocupe su lugar garantizando las próximas medidas a realizar, poniendo en pie de lucha a los sindicatos bases, defendiendo su independencia y auto organización como alternativa ante el rol colaborador de las cúpulas de las centrales sindicales.

En ese camino te invitamos a construir nuestro comando mayor, una nueva dirección política de los trabajadores que milite por poner en pie la respuesta obrera. Nuestro partido PST está en este camino, junto con luchadores reconocidos con el único compromiso de defender los intereses de la clase trabajadora. Te invitamos a formar parte de él.